El Papa pidió nuevamente que Dios conceda la paz al mundo
Francisco, al final de la audiencia general, recordó la Súplica a Nuestra Señora de Pompeya que hoy eleva la Iglesia e invitó a invocar la intercesión de María. En su saludo a los polacos, recordando a San Estanislao dijo: “Juan Pablo II escribió que apoyó la supervivencia de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. Que obtenga también hoy el don de la paz en Europa”. Y pronunció una oración por Argentina, que hoy celebra Nuestra Señora de Luján
“Paz al mundo entero – especialmente – a la querida y martirizada Ucrania, a Palestina, a Israel y a Myanmar”. Al final de la audiencia general, el Santo Padre hizo un nuevo llamamiento por los territorios desgarrados por la muerte, la violencia y la persecución.
Para Ucrania, donde no cesan las incursiones rusas (la última afectó a centrales de generación y distribución de electricidad en seis regiones); para Oriente Medio, donde aumentan las muertes entre la ciudad de Gaza y Rafah; para Myanmar, sumida en una prolongada crisis política, con enfrentamientos y violencia entre las tropas del gobierno militar y grupos étnicos armados, con millones de desplazados y enormes daños causados por catástrofes naturales, a lo que se añade la dramática situación de los Rohingyá.
La intercesión de María
Mirando a estas tierras heridas, el Papa Francisco se unió a la oración que la Iglesia eleva cada 8 de mayo a Nuestra Señora de Pompeya, la llamada “Súplica” a la Virgen del Rosario. De ahí su invitación a todos “a invocar la intercesión de María, para que el Señor conceda la paz al mundo entero”.
Paz para Europa
Además, antes de finalizar esta audiencia, el Pontífice pidió otra intercesión, la de San Estanislao, obispo y mártir, patrono de Polonia, cuya solemnidad se celebra hoy. En su saludo a los fieles polacos, presentes en la Plaza de San Pedro, Francisco recordó que “San Juan Pablo II escribió de él que desde lo alto del cielo participó en los sufrimientos y esperanzas de su nación, sosteniendo su supervivencia especialmente durante la Segunda Guerra Mundial”.
“Que la intercesión de San Estanislao obtenga también hoy el don de la paz en Europa y en todo el mundo, especialmente en Ucrania y Oriente Medio”
Sembradores de esperanza y tejedores de bien
El Papa pidió asimismo un compromiso concreto de todos los creyentes para construir un futuro de paz: “Que el Señor aumente nuestra esperanza y nuestra paciencia, para que seamos artífices de paz y de bondad en un mundo que tiene gran necesidad de esta virtud”, dijo Francisco en su saludo a los peregrinos españoles. Palabras que resonaron aún más claramente al dar su bienvenida a los franceses.
“Ante un futuro que a veces puede parecer oscuro, seamos sembradores de esperanza y tejedores de bien, convencidos de que la vida se puede vivir de otra manera y de que la paz es posible”
Una oración por Argentina
Una estatua de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, se encontraba en el escenario donde el Obispo de Roma elevó sus plegarias. Mirándola, el Papa añadió una oración por su país natal. Palabras que resonaron aún más claramente al dar su bienvenida a los franceses.
“Hoy celebramos en mi patria, Argentina, la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, cuya imagen está aquí presente. Pidamos por Argentina para que el Señor la ayude en su camino”