Queridos hermanos y hermanas en Cristo, desde la sintonía de La Voz de María 88.1 FM, nos unimos en profunda reflexión a las palabras de nuestro amado Pontífice, el Papa León XIV. En su reciente mensaje del Ángelus, pronunciado con motivo de la Fiesta de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, Su Santidad nos ofreció una poderosa meditación sobre el verdadero significado de la fuerza y el amor cristiano.
En un mundo a menudo convulsionado por la violencia y el conflicto, el Santo Padre nos recordó una verdad esencial: «El perdón es una fuerza más auténtica que la de las armas». Una declaración que resuena con particular intensidad en estos días posteriores a la Navidad, invitándonos a vivir el espíritu del Evangelio con renovado fervor.
El Legado de San Esteban: Un Testimonio de Perdón
El 26 de diciembre, la Iglesia celebra a San Esteban, cuyo martirio, narrado en los Hechos de los Apóstoles, es un espejo de la pasión de Cristo. El Papa León XIV destacó cómo Esteban, al ser apedreado, no solo perdonó a sus verdugos, sino que intercedió por ellos ante Dios, exclamando: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado».
Este acto supremo de caridad, incluso en el umbral de la muerte, es para el Santo Padre la manifestación de una fuerza que trasciende cualquier poder terrenal. «La fuerza de Esteban no residía en la resistencia física, sino en la fe inquebrantable y en la capacidad de amar hasta el extremo», afirmó el Pontífice. Es un amor que desarma, que transforma y que abre caminos de esperanza donde la lógica humana solo ve destrucción.
La Verdadera Fuerza del Cristiano: Amor y Misericordia
El mensaje del Papa León XIV nos interpela directamente: ¿dónde buscamos nosotros la verdadera fuerza? ¿En la acumulación de bienes, en el poder, en la capacidad de dominar, o en la humildad del servicio y la grandeza del perdón? El Santo Padre fue claro al señalar que la fuerza del cristiano no se mide por la capacidad de infligir daño, sino por la de curar heridas; no por la de levantar muros, sino por la de construir puentes de diálogo y comprensión.
«El perdón no es debilidad, sino la más alta expresión de la caridad», enfatizó Su Santidad. Es un acto de valentía que rompe el ciclo de la venganza y abre la puerta a la reconciliación. En un mundo desgarrado por conflictos, esta verdad se vuelve más urgente que nunca. La Iglesia, siguiendo el ejemplo de Cristo y de sus mártires, está llamada a ser un faro de paz, mostrando que el amor es el único camino hacia una convivencia auténtica y duradera.
Un Llamado a la Paz en Tiempos de Conflicto
El Papa León XIV extendió su mensaje más allá de la reflexión individual, haciendo un llamado global a la paz. En un momento en que diversas regiones del mundo sufren las consecuencias de la guerra y la violencia, las palabras del Pontífice resuenan como un clamor profético. Nos invitó a rezar por aquellos que sufren, por los perseguidos y por quienes, inspirados en San Esteban, eligen el camino del perdón y la no violencia.
La Navidad nos ha recordado el nacimiento del Príncipe de la Paz. El día después, la Fiesta de San Esteban, nos muestra el camino para vivir esa paz: a través del testimonio valiente de la fe, la caridad y, sobre todo, el perdón. Que cada uno de nosotros, desde nuestra trinchera de fe, se convierta en un instrumento de esa fuerza auténtica que es el amor de Dios.
Unámonos en oración, siguiendo el ejemplo de nuestro Papa León XIV, para que el perdón prevalezca sobre el odio y la paz reine en los corazones de todos los hombres y mujeres.
Fuente: Vatican News
