Después del Ángelus, el Pontífice rezó por las familias de las víctimas de la tragedia ferroviaria del 1º de marzo e invocó el consuelo de la Virgen.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Estos días, el Papa piensa a menudo en las víctimas del accidente ferroviario ocurrido en Grecia. Muchos eran jóvenes estudiantes, dijo el mismo Francisco apenas terminó la oración mariana del Ángelus este 5 de marzo, segundo domingo de Cuaresma. Asimismo, rezó por los difuntos y expresó su cercanía a los heridos, los familiares, encomendándolos a la protección de la Madre de Dios, para que los consuele.
Masiva manifestación en Atenas
En Atenas, continúan las protestas. De hecho, esta mañana, estudiantes, trabajadores ferroviarios y empleados del sector público se reunieron en el centro de la ciudad, en la plaza Syntagma, frente al Parlamento, donde se han congregado más de 7000 personas y se han producido enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Familiares de las víctimas se congregaron cerca del lugar de la tragedia. Mientras tanto, la vista del jefe de estación, de 59 años, acusado de cometer el error fatal que provocó la colisión entre los dos convoyes, se ha aplazado hasta hoy.
El telegrama del Papa
El mismo miércoles pasado, el Sucesor de Pedro escribió a Monseñor Petros Stèfanou, presidente de la Conferencia Episcopal Griega, haciéndole llegar sus oraciones a todos los afectados por la tragedia, a las familias de las víctimas, confiando las almas de los difuntos a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso.
En el telegrama, firmado por el Cardenal secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, el Obispo de Roma impartía su bendición apostólica a los rescatistas y a las personas que estaban prestando asistencia, agradeciéndoles su compromiso y solidaridad.
